Descripción
Descripción
Jesús Ildefonso García Vadillo acababa de recoger a su hija Idoia de cinco años del colegio. Con ella de la mano se dirigió a pie hacia su casa y, durante el trayecto, un terrorista se acercó con una pistola y le apuntó a la cabeza. Jesús la emprendió a patadas contra su agresor, evitando que le alcanzara el primer disparo. Acto seguido, se acercó una mujer y le disparó dos balazos a bocajarro. Malherido, Jesús intentó huir diciendo ‘No soy yo, no soy yo’, mientras su pequeña Idoia gritaba: ‘¡Dejad a mi papá, dejad a mi papá!’. Consiguió recorrer algunos metros antes de resbalar y caer al suelo. Se arrastró por el suelo hasta la pared de un supermercado. Allí, delante de su hija, la terrorista le remató. Idoia se quedó junto al cadáver de su padre hasta que una señora le llevó a una farmacia cercana.
Según las sospechas de la Policía, los etarras confundieron a García Vadillo con un policía del cuartel de Basauri al que se parecía físicamente. Al día siguiente, los trabajadores de Acero Echeverría realizaron un paro y se manifestaron por las calles de Galdácano.
#TalDiaComoHoy 1985 #Galdakao. Jesús García Vadillo cogido de la mano de su niña se percató que alguien le seguía. No se equivocó, echó a correr, atinó a dejar a su hija a dos señoras con las que se topó en su huida.
"Os habéis equivocado"
Otra historia de terror e impunidad🧵 pic.twitter.com/XBAqYHevcd
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) April 29, 2024