Descripción
Descripción
Francisco Javier Gómez Elósegui había salido de su domicilio, en el barrio donostiarra de Gros, para dirigirse a su trabajo. Cuando apenas había recorrido 100 metros, dos terroristas, una chica y un chico, se acercaron a él. El chico, encapuchado y con gafas, disparó al psicólogo un tiro mortal en la cabeza, tras lo cual los etarras emprendieron la huida.
Justo en la acera de enfrente, en el Bar Soroa, se encontraban tres policías nacionales de paisano. Cuando vieron pasar a una persona encapuchada, salieron del establecimiento y, antes de que pudieran reaccionar, vieron cómo disparaban a Gómez Elosegui.
Inmediatamente dieron el alto a los terroristas y echaron a correr detrás de ellos, mientras el psicólogo yacía malherido en el suelo. Durante la persecución por varias calles de Gros, se produjo un intercambio de disparos entre los policías nacionales y los dos etarras. Finalmente, uno de los policías nacionales se abalanzó sobre Fernando Elejalde Tapia en la calle José Arana y logró reducirlo.
Gómez Elosegui murió como consecuencia de los disparos en la nuca efectuados por un terrorista que usó la misma arma con la que había sido asesinado Eugenio Olaciregui el 30 de enero de ese mismo año.
Poco antes de su asesinato, el político de Herri Batasuna José María Olarra había vertido la siguiente amenaza sobre los funcionarios de prisiones: «Vosotros creéis conocer a nuestros presos, sabéis sus nombres y apellidos, pero los presos y nosotros también sabemos vuestros nombres y apellidos, vuestras costumbres, comportamientos y debilidades».
#TalDiaComoHoy de 1997 #ETA asesinó en #SanSebastián a mi amigo de cuadrilla y funcionario de prisiones Javier Gómez Elosegui. "Quería humanizar las cárceles". Doy fe. Hasta a mí me hablaba del sufrimiento de los presos etarras…
¡Esto era ETA hasta hace no tanto!
HILO ⤵️ pic.twitter.com/X4dEcsIEbI
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) March 11, 2024