Descripción
Descripción
La noche del 27 de noviembre de 1980, los amigos Miguel Ángel San Martín Fernández, Carlos Fernández Valcárcel, Joaquín Martínez Simón y José Luis Hernández Hurtado acudieron al bar “La Chistera de Logroño”, un establecimiento frecuentado por policías. Hacia las 21.40, cuando salieron del local, dos terroristas de ETA militar activaron por control remoto la carga de explosivos y metrallas escondida en un coche alquilado que habían estacionado cerca del bar. El único que sobrevivió a la detonación fue José Luis Hernández.
Joaquín Martínez Simón, de 45 años y con cuatro hijos, era un industrial del textil logroñés y era propietario de una corsetería. Después del atentado, estuvo más de un mes ingresado por la gravedad de sus heridas y sufrió la amputación de ambas piernas. Falleció el 3 de enero de 1981 en un hospital de Pamplona.
Son las diez de la noche en #Logroño, calle Ollerías, cuatro amigos acaban de salir de un bar de su habitual ronda, un coche bomba estalla a su paso.
Así mató #ETA a tres de ellos, solo se salvó el cuarto, porque el cuerpo de Miguel le hizo de coraza.#TalDiacomoHoy 1980
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) November 27, 2023