Descripción
Descripción
Cándido tenía 46 años, era panadero y ya había sobrevivido a otro atentado de ETA: en 1979 los terroristas le habían disparado ocho tiros y milagrosamente el hombre logró recuperarse. Continuó con su vida pese a la diana que los terroristas le habían colgado en la espalda. Solía frecuentar el Bar Tres Cepas, de la calle Zubiaurre. A las seis menos cuarto de la tarde, dos terroristas le llamaron desde la puerta y le dispararon a bocajarro. Dos de sus tres hijos fueron los primeros en llegar al lugar del atentado. Uno de ellos, Manu, contó en una entrevista cómo habían vivido los días posteriores al atentado: “Mi madre estuvo los tres días siguientes sentada en el pasillo, con la puerta de casa abierta, esperando que mi padre entrara por allí”. ETA acusó al panadero de ser colaborador de la Guardia Civil: en realidad, su relación con los agentes se limitaba a venderles pan en el cuartel del pueblo.
Era panadero se llamaba Cándido Cuña, cuatro años antes cuando salía de su casa a las 6 de la mañana le dispararon 8 balazos, tardó varios meses en recuperarse.#TalDiacomoHoy de 1983, volvieron a intentarlo y lo consiguieron.
Culpable: vender pan a la @guardiacivil
HILO ⤵️ pic.twitter.com/Yw68o4lfcd
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) October 20, 2023