Descripción
Descripción
El atentado fue perpetrado por dos terroristas en el momento en el que Arturo Quintanilla Salas, su mujer y su hija mayor, de 15 años, se introducían en su coche para dirigirse al domicilio familiar, después de haber cerrado el Bar Jose Mari de su propiedad.
Su hija, testigo presencial del asesinato, contó al periódico El País cómo fue el atentado: “Mi padre estaba arrancando, cuando se acercó un coche oscuro, de color azul o negro; al colocarse a nuestro lado, el que estaba sentado junto al conductor bajó el cristal de la ventanilla, asomó la cabeza y el brazo y empezó a dispararnos a poquísima distancia, ya que la calle es muy estrecha y apenas caben dos coches. Con el primer disparo mi padre cayó reclinado a un costado, y mi madre y yo sentimos en la cara como nos rozaban las balas; pudieron habernos matado a los tres. El que disparaba vestía una cazadora oscura, gafas negras y llevaba el pelo corto”.
Arturo Quintanilla ya había sido amenazado por ETA militar e incluso había recibido avisos de colocación de artefactos explosivos. ETA le había intentado extorsionar solicitándole diez millones de pesetas y, aunque Quintanilla viajó a Francia para contactar con los terroristas, no lo consiguió.
#Taldiacomohoy de 1983 #ETA asesinó en #Hernani al hostelero Arturo Quintanilla, su mujer y su hija de 15 años, se acababan de montar al coche con él tras cerrar el bar.
"Mi madre y yo sentimos en la cara como nos rozaban las balas; pudieron habernos matado a los tres"
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) September 6, 2024