Descripción
Descripción
Pocas horas después de que se confirmara la muerte de Rodolfo Benito en la estación de Santa Eugenia Ana, su novia desde hacía siete años, le escribió una carta en la que le decía: “Dejas el hueco tan terrible que puede dejar una persona que era la número uno en todo”. Rodolfo Benito se dirigía esa mañana a la empresa Ghesa, donde trabajaba como ingeniero diseñando centrales térmicas. No obstante, estaba preparando las oposiciones para ser profesor de Matemáticas. Falleció en el tren que estalló en la estación de Santa Eugenia.
El 11 de marzo de 2004 era jueves. A primera hora de la mañana, terroristas vinculados a Al-Qaeda colocaron trece bombas en cuatro trenes de Cercanías que circulaban por Madrid. Entre las 7.37 y las 7.39, cuando los trenes se encontraban en las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, y frente a la calle Téllez, diez de las bombas estallaron. Como resultado, 191 personas murieron y alrededor de 1.500 resultaron heridas. Fue el atentado terrorista más grave de la historia de España. El 3 de abril de 2004, cuando agentes de los GEO (Grupo Especial de Operaciones) se disponía a entrar en un piso de Leganés donde se sospechaba que estaban recluidos los autores de los atentados, los terroristas protagonizaron un suicidio colectivo haciendo estallar veinte kilos de explosivos. La onda expansiva causó la muerte de un GEO, que cierra la ominosa lista de los 192 asesinados a causa de los atentados del 11-M.