Descripción
Descripción
La mañana del 23 de mayo de 1994 el teniente de Ingenieros del Ejército de Tierra Miguel Peralta Utrera se subió a su vehículo junto a su hija Laura, de quince años. El militar la dejó en un instituto situado en el paseo de los Melancólicos y se dirigió a la carretera de Extremadura de camino al Cuartel General del Mando de Transmisiones Estratégicas de Prado del Rey. Cuando circulaba por el kilómetro seis, una bomba lapa que terroristas de ETA habían adosado a los bajos de su vehículo estalló, provocándole la muerte. La onda expansiva hirió también a otras dos personas. La bomba lapa llevaba colocada en el coche desde que el militar abandonó su domicilio junto a su hija.
Miguel Peralta Utrera tenía 47 años, era natural de Medina Sidonia (Cádiz), estaba casado y tenía cuatro hijos de edades comprendidas entre los 22 y los 15 años.
8,30h, como todos los días te montas con tu hija de 15 años camino al trabajo, le dejas en el Instituto, te despides de ella y arrancas, a los pocos minutos la bomba lapa explota.
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) May 23, 2024
Lo sabían y la pusieron.#TalDiaComoHoy de 1994 en #Madrid, Miguel Peralta, militar.#ETA
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