Descripción
Descripción
María José Pedraza trabajaba como auxiliar en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. De 41 años, vivía en Vallecas junto a su madre y una de sus cinco hermanos, y desde allí se dirigía todos los días en coche hasta la estación de El Pozo, donde lo aparcaba y viajaba en metro hasta el madrileño Paseo de Recoletos, donde se encontraba su trabajo. Su sueño era convertirse en maestra y el 28 de marzo iba a presentarse a las oposiciones para intentar conseguir una plaza.
El 11 de marzo de 2004 era jueves. A primera hora de la mañana, terroristas vinculados a Al-Qaeda colocaron trece bombas en cuatro trenes de Cercanías que circulaban por Madrid. Entre las 7.37 y las 7.39, cuando los trenes se encontraban en las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, y frente a la calle Téllez, diez de las bombas estallaron. Como resultado, 191 personas murieron y alrededor de 1.500 resultaron heridas. Fue el atentado terrorista más grave de la historia de España. El 3 de abril de 2004, cuando agentes de los GEO (Grupo Especial de Operaciones) se disponía a entrar en un piso de Leganés donde se sospechaba que estaban recluidos los autores de los atentados, los terroristas protagonizaron un suicidio colectivo haciendo estallar veinte kilos de explosivos. La onda expansiva causó la muerte de un GEO, que cierra la ominosa lista de los 192 asesinados a causa de los atentados del 11-M.