Descripción
Descripción
En la parte baja del cuartel de la Guardia Civil en Bergara había un local de la funeraria San María en la que trabajaba Luis Domínguez Jiménez. Su oficio era el de sepulturero: se encargaba de construir los ataúdes y de enterrar a los fallecidos en el cementerio del pueblo. Entre los muertos había agentes del Instituto Armado asesinados por ETA. Aquello fue suficiente para que los terroristas acusaran a Luis de ser colaborador de las Fuerzas de Seguridad. Los terroristas lo esperaron de noche cuando fue a cerrar el cementerio y lo mataron a tiros con cinco disparos.
#TalDiaComoHoy de 1980 #ETA asesinó en #Bergara a Luis Domínguez era sepulturero y ¡CULPABLE! de enterrar a @guardiacivil y tener su funeraria en los bajos del cuartel.
Le dieron un tiro en la rodilla, luego le sujetaron la cabeza y le dieron el tiro de gracia.
HILO ⤵️ pic.twitter.com/LujXCGQloz
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) January 25, 2024