Descripción
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Varios terroristas secuestraron a José Ignacio Ustarán Ramírez en su propio domicilio a las nueve de la noche cuando preparaban el cumpleaños de una de sus hijas, ya que al día siguiente iban a celebrar una fiesta. Un individuo llamó a la puerta para entregar un paquete, pero no les extrañó ya que pensaron que se trataba de algún regalo.
En ese momento, cuatro terroristas aparecieron en el portal armados y obligaron a José Ignacio a tumbarse en el suelo. A su mujer, la concejal de UCD Rosario Muela, y a sus cuatro hijos les llevaron a otra habitación y les advirtieron de que no avisaran a la policía hasta las doce de la noche.
Hora y media más tarde, unos vecinos encontraron el cadáver de José Ignacio en el interior del vehículo de la víctima. El cadáver presentaba dos disparos, uno en la espalda y otro en la cabeza.
ETA asumió el asesinato y en un comunicado señalaron que iban a continuar contra los militantes y dirigentes de UCD.
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