Descripción
Descripción
Pasadas las nueve de la noche, dos miembros de ETA entraron en el bar Nikol de Zumaya y uno de ellos, sin mediar palabra, disparó a quemarropa al camarero, José Ignacio Aguirrezabalaga de la Granja, provocándole la muerte en el acto. ETA justificó el asesinato acusando a la víctima de ser “un chivato” vinculado a los GAL. La acusación se basaba en que José Ignacio era cuñado de Jean Pierre Chérid, considerado uno de los cabecillas de los GAL, que había fallecido el 19 de marzo de 1984 en Biarritz cuando le estalló un artefacto explosivo destinado a asesinar a miembros de ETA en el sur de Francia. La familia de José Ignacio negó la vinculación de la víctima, que fue objeto de insultos en su propio funeral por parte de simpatizantes de Herri Batasuna.