Descripción
Descripción
Sobre las 08.00 del 26 de julio de 1986, ETA asesinó en la localidad guipuzcoana de Arechavaleta al teniente de la Guardia Civil Ignacio Mateu Istúriz y al agente Adrián González Revilla.
La banda terrorista había colocado esa madrugada una bomba en la hierba de un campo próximo a la casa-cuartel de la guardia civil en esta localidad. Los dos agentes fueron notificados de la acción terrorista, por lo que procedieron a inspeccionar la zona para encontrar la bomba y desactivarla. Sin embargo, la bomba alcanzó de lleno a los dos agentes y fueron asesinados. González Revilla falleció en el acto y el teniente Mateu mientras era trasladado en ambulancia al hospital vitoriano Ortiz de Zárate.
Ignacio Mateu era hijo del magistrado José Francisco Mateu, a quien ETA también había asesinado a tiros en 1978. A su padre no le había gustado mucho que su hijo ingresase en la Guardia Civil y le había dicho: «Con uno en la familia que esté amenazado ya es suficiente», según recogió el diario ABC.
El día del atentado, Ignacio Mateu se iba a trasladar a Madrid para realizar un curso de idiomas, pero al enterarse del atentado etarra, decidió quedarse.
#TalDiaComoHoy de 1986 #ETA asesinó a los jóvenes @guardiacivil Ignacio Mateu y a Adrián González en #Arechavaleta mediante una bomba-trampa. Al padre de Ignacio, magistrado del Tribunal Supremo, ETA lo había asesinado 8 años antes.
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— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) July 26, 2024