Descripción
Descripción
Como cada mañana, Gregorio Caño García estacionó el coche junto al portal de la calle Zubieta para esperar a Joaquín Aperribay, presidente de la Sociedad Anónima Placencia de las Armas y vicepresidente de la Real Sociedad. Mientras aguardaba la salida de un empresario para el que trabajaba, un terrorista empleado del grupo municipal de Herri Batasuna de San Sebastián, se acercó al portal. Gregorio se percató de la situación y se dirigió hacia él. En ese momento, el etarra sacó una pistola y disparó. Recibió cinco impactos de bala y falleció cuando era trasladado en ambulancia.
El 9 de julio de 1989 Egin publicó un comunicado de ETA en el que lamentaba el atentado contra Gregorio Caño y aseguraba que el objetivo era Aperribay, que decidió abandonar el País Vasco.
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