Descripción
Descripción
La víctima era un blanco fácil debido a sus rutinas diarias y a que no tenía protección. Pese a todo, un colaborador de ETA se aprovechó de su cercanía a la víctima para pasar información a quienes perpetraron el asesinato. Fernández Arias solía frecuentar un bar en Erandio, sin saber que el hijo de la propietaria del local, Juan Carlos Echeandia Zorroza, formaba parte de la red de chivatos e informadores de ETA Militar desde principios de 1980.
#TalDiaComoHoy de 1982 #ETA asesinó en #Erandio al brigada Emilio Fernández, su asesinato fue posible gracias como siempre a los chivatos. Esta vez se condenó al chivato pero NO a los dos etarras que le dispararon a la cabeza cuando iba a trabajar. ¡No es JUSTICIA!
HILO ⤵️ pic.twitter.com/o18L0keYpA
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) September 22, 2023