Descripción
Descripción
Antonio Pablo Fernández Rico estaba el 2 de mayo de 1982 realizando el servicio de vigilancia en el cuartel de la Guardia Civil de Ondárroa. Hacia las 9.45 un terrorista se acercó caminando por la acera y cuando estaba cerca de Fernández Rico sacó su pistola y le disparó en el hombro, el brazo derecho y la zona abdominal. El etarra corrió hacia un automóvil con el que se dio a la fuga. La víctima falleció una hora después cuando los médicos se preparaban para operarle en el Hospital de Cruces de Barakaldo.
La viuda del agente, María Ángeles Carretero, tuvo que luchar para sacar a sus dos hijos adelante ya que tardó 19 años en recibir la indemnización por el atentado. Uno de los hijos, Pablo, ingresó en la Guardia Civil y en 2006 se casó con el tricornio de gala de su padre.
El único condenado por el crimen, José Ramón Larrinaga, fue culpabilizado por ocultar la pistola que había sido utilizada por los autores materiales del crimen.
#TalDiacomoHoy de 1982 #ETA asesinó al @guardiacivil Pablo Fernández Rico cuando custodiaba el cuartel de #Ondarroa. Un etarra se acercó caminando se puso frente a él y le disparó. Su mujer estaba embarazada de su tercer hijo. Otro hijo póstumo más.
También #impune
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) May 2, 2024