Descripción
Descripción
Ana Isabel Gil Pérez enseñana a todo el mundo una ecografía en 3D de su futuro hijo, Samuel. Después de sufrir un aborto, estaba embarazada de siete meses y tanto ella como su marido estaban emocionados con la llegada del bebé. La mañana del 11 de marzo de 2004, Ana Isabel no quiso que su esposo la llevara en coche desde Torrejón de Ardoz, donde vivían, a Madrid, y se subió al tren. “A las cinco nos vemos”, se despidió ella. Murió debido a las bombas que estallaron en la estación de Atocha.
El 11 de marzo de 2004 era jueves. A primera hora de la mañana, terroristas vinculados a Al-Qaeda colocaron trece bombas en cuatro trenes de Cercanías que circulaban por Madrid. Entre las 7.37 y las 7.39, cuando los trenes se encontraban en las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, y frente a la calle Téllez, diez de las bombas estallaron. Como resultado, 191 personas murieron y alrededor de 1.500 resultaron heridas. Fue el atentado terrorista más grave de la historia de España. El 3 de abril de 2004, cuando agentes de los GEO (Grupo Especial de Operaciones) se disponía a entrar en un piso de Leganés donde se sospechaba que estaban recluidos los autores de los atentados, los terroristas protagonizaron un suicidio colectivo haciendo estallar veinte kilos de explosivos. La onda expansiva causó la muerte de un GEO, que cierra la ominosa lista de los 192 asesinados a causa de los atentados del 11-M.