Descripción
Descripción
José María Ryan Estrada fue secuestrado cuando se dirigía a su casa. Salió de la empresa a las 19.40 horas porque quería escuchar a Adolfo Suárez, que había dimitido. No llegó nunca a casa ya que le raptaron y le trasladaron en un camión hasta una lonja en la calle Nagusia de Basauri, donde ETA había habilitado un zulo.
Al día siguiente los etarras difundieron un comunicado en el que se condicionaba la liberación del secuestrado a la demolición, en un plazo máximo de siete días, de la central nuclear. Iberduero informó de que acataría la decisión que tomasen las autoridades vascas, al tiempo que los técnicos de la compañía se comprometieron públicamente a no hacer funcionar la central hasta que se decidiera su futuro en un referéndum popular. Todo fue inútil y ETA cumplió su amenaza ocho días después del secuestro. José María apareció al borde de un camino forestal, con las manos atadas y un tiro en la nuca.
Al borde de un camino forestal, un cadáver con las manos atadas y un tiro en la nuca, así apareció el ingeniero jefe de #Lemoniz José María Ryan #TalDiaComoHoy de 1981 #ETA.
Su calvario comenzó 8 días antes tras su secuestro y tortura.
Otra historia de terror e #impunidad ⤵️ pic.twitter.com/IYmVysdAnz
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) February 6, 2023
Prensa



