Descripción
Descripción
Tres etarras se dirigieron al domicilio familiar de Ángel María González Sabino en el barrio de La Paz del extrarradio donostiarra. Uno de ellos se quedó esperando en la calle realizando labores de cobertura y vigilancia, mientras los otros dos subieron al décimo piso del inmueble, donde vivía la familia. Llamaron al timbre y cuando Ángel María abrió la puerta uno de los terroristas le disparó un único tiro en la cabeza que le ocasionó la muerte en el acto. Según las resoluciones de la Audiencia Nacional, los tres etarras que perpetraron el asesinato fueron Agustín Almaraz, que se encargó de hacer la cobertura en el exterior, José Ignacio Alonso y Sergio Polo.
Al parecer, ETA pretendía asesinar a cualquiera de los tres hermanos González Sabino. La excusa esgrimida por la banda terrorista fue, una vez más, una supuesta relación de los González Sabino con actividades de narcotráfico.
Al funeral por Ángel María González no asistió ninguna autoridad pública, salvo el concejal del PP Gregorio Ordóñez, quien más tarde también sería asesinado por ETA.
La familia de la víctima tuvo que abandonar el País Vasco cuando los compañeros del colegio del único hijo Ángel María González Sabino, le empezaron a llamar “hijo del chivato”, además de recordarle que no tenía padre porque le habían matado. Como consecuencia de estas duras experiencias sufrió depresiones.
#TalDiaComoHoy 1993 #ETA asesinó en #Donosti a Ángel González Sabino delante de su mujer, los dos eran toxicómanos y padres de un niño de 5 años al que otros niños humillaban en el colegio.
Otro relato "de los parias de la tierra bajo el yugo de ETA" como dice @josebaeceolaza 🧵 pic.twitter.com/qyUd5guVbN— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) June 2, 2024